14 sept 2007
ZULÚ
No sé que ocurrió anoche. Nos fuimos todos a la cama alrededor de las once y media. En la madrugada, mi perro Zulú tuvo convulsiones, salivación excesiva y la casi perdida de consciencia. Logramos que viniera el veterinario a las cuatro de la mañana. Le inyectó valium, al rato morfina. El animal seguía sin reaccionar, intentó anestesiarlo, tampoco funcionó. Finalmente utilizó otro tranquilizante. Hace un rato, por teléfono nos dijo que el perro se intoxicó con una planta o lo envenenaron. Y lo mas probable, es que muera. La verdad, esto es un golpe muy fuerte para nosotros. Lo amabamos, lo sacamos de un albergue de animales abandonados, lo queriamos como parte de nuestra familia y ahora encontró la muerte precisamente aquí. En estos momentos, al mirar por la ventana, un pajaro me observa mientras me corren las lagrimas por la cara y emite unos graznidos como si esto pudiera consolarme.

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posted by Patricia Venti at 16:29 |


1 Comments:


At mié oct 10, 12:27:00 a. m., Anonymous Anónimo 

Patricia, esta entrada de su blog demuestra que usted, como pocas personas, tiene un gran corazón. Perder un amigo siempre duele; pero, créame que usted le dio a Zulú el amor que la sociedad le había negado. Además, como sabemos, los perros son psicopompos, así que su Zulú la estará esperando el día que tenga que cruzar el río. Yo también quiero mucho a los “zaguates” (así se les llama en mi país a los perros que no tienen raza), acabo de adoptar uno (su nombre es Milú).

Espero que encuentre paz.

Un abrazo,

Laura

P.D. “El que cierra los ojos se convierte en morada de todo el universo.” O. Orozco



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